Madrid acabará en 2022, con 327 cámaras de videovigilancia controlando los puntos más conflictivos de la capital. La medida se implantó por primera vez hace más de 15 años para blindar la Plaza Mayor y lo cierto, es que se ha multiplicado en los últimos años.

 

De esta manera el Ayuntamiento de la capital ha invertido en lo que va de mandato hasta 3,4 millones de euros para instalar 108 dispositivos nuevos, 1/3 de los existentes.

 

La zona de Chueca y el polígono de Marconi serán los barrios blindados

 

Así lo aprobó recientemente la Junta de Gobierno, que autorizó también la remodelación y la ampliación del Gran Hermano en el barrio de Lavapiés y en el entorno de la calle de La Ballesta que se hallan en el distrito del centro de la ciudad.

 

Los primeros sistemas de vigilancia no asociados a los radares de tráfico fueron instalados en 2006 en la Plaza Mayor. En este caso, fueron 26 y por otra parte, en el museo de la escultura al aire libre se colocaron 10.

 

Por otro lado, en 2008 esas cámaras se ampliaron hasta llegar a las 28 y se colocaron otras 31 en la calle Montera y La Ballesta. Hay que remarcar que en el año 2009 otras 48 cámaras de vigilancia tuvieron como destino la zona de Lavapiés. Por otra parte, se produjo la puesta en marcha de manera oficial del Centro Integrado de Señales de Vídeo de la Policía Municipal de Madrid. Se trata de un organismo encargado de visualizar todas estas imágenes. Años después, concretamente en 2015, vio su radio de acción ampliado con la instalación de 47 cámaras en la zona centro y otras 55 en los bajos de Azca.

 

Hay que destacar que a todo ello se sumarán los próximos meses las del polígono de Villaverde con un total de 23 y de Chueca con 24. La Junta de Gobierno aprobó el contrato de suministro y la instalación de los nuevos sistemas. Según explicó la delegada de seguridad y emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, el contrato de un gasto de 2,4 millones de euros, incluye el suministro, la instalación, así como la configuración de los elementos y la conexión con el Centro integrado de señales de Vídeo de la Policía Municipal de Madrid.

 

Respecto a las previsiones de funcionamiento, se prevé que se inicie la largo del primer trimestre de 2022 y que las nuevas cámaras de vigilancia se instalen siete meses después.Para estar operativas, deberán ser aprobadas por la Comisión de garantías de videovigilancia. Sin duda, se convierte en una herramienta vital de ayuda a la seguridad para facilitar las labores policiales de vigilancia y detección de los hechos que se consideren directivos, así como tareas de investigación, para así disminuir los incidentes en las zonas donde se implantan y asegurar con ello la seguridad y la convivencia vecinal. Una nueva medida que preservará la seguridad de los ciudadanos.