Cualquier tipo de negocio, sea de la índole que sea, debe ser controlado de forma periódica en varios aspectos de su mecanismo, desde la seguridad al apartado económico. Lógicamente, hay empresas, en especial las que manejan muchos equipos informáticos, que necesitan revisiones mucho más frecuentes y exhaustivas al tener materiales que son de mayor riesgo, mientras que en otras será suficiente con hacer un mantenimiento de vez en cuando.

En el aspecto de seguridad, es importante tener identificado el tipo de negocio que tenemos y cuáles son las razones en éste que pueden llegar a suponer un riesgo importante, para hacer frente de la mejor manera a posibles percances. Esto ayudará a que las revisiones se hagan de forma más efectiva y no haya ningún tipo de peligro de cara al futuro.

Un análisis de riesgos es fundamental para cualquier empresa en funcionamiento, ya que esa información nos permitirá establecer mecanismos de control que minimicen los posibles efectos negativos en un futuro.

 

¿Qué características deben tenerse en cuenta a la hora de hacer revisiones?

Las empresas, como es lógico, no son estáticas y evolucionan de forma constante. Por eso, es importante entender bien algunas características claves, ya que éstas determinarán cómo pueden cambiar los riesgos del negocio:

  • Las vulnerabilidades: Estas son debilidades que pueden tener los materiales, los sistemas operativos o las aplicaciones que haya instaladas en los equipos informáticos de la empresa. Estas vulnerabilidades pueden ser aprovechadas por entidades peligrosas para causar daños en dichos equipos.
  • Las amenazas: Son los elementos que pueden hacer daño en la empresa. Estas amenazas se suelen presentar cuando existen vulnerabilidades. Es por ello que es tan importantes tener un control periódico de las posibles vulnerabilidades.

Lógicamente, tanto las vulnerabilidades como las amenazas pueden ser de diferente naturaleza. Aunque cada vez la informática juega un papel más importante, también hay que considerar amenazas físicas como podría ser, por ejemplo, el riesgo de incendio del local donde se produce la actividad.